INTRODUCCIÓN
Una mirada histórica hacia la evaluación del lenguaje nos muestra que fue necesaria la invención de la escritura para su transmisión por medio de grafos y signos lingüísticos. A medida de que evolución el lenguaje y la escritura esta fue adquiriendo ciertos parámetros para su total estructuración.
El presente documento engloba una mirada histórica sobre la evaluación de la escritura desde la prehistoria, proyectando una mirada crítica sobre la conformación del lenguaje y la escritura.
Desde siempre el estudio del lenguaje, ya sea oral o escrito, ha sido motivo de debate y centro de los estudios lingüísticos Se ha discutido si el lenguaje tiene raíces orales o escritas o se ha tratado de establecer predominios de una sobre la otra. Pero la realidad nos demuestra que donde haya dos seres humanos, habrá comunicación.
Las antiguas culturas de tradición oral que no conocían la escritura tendieron a desvalorizar el uso de la misma. Uno de los primeros críticos que lo hizo fue Platón que objetaba el hecho de que "la escritura pusiera fuera del pensamiento lo que solamente podía ocurrir en el" y que por lo tanto debilitaba el pensamiento. A pesar de sentir que la escritura era demasiado artificial, objetiva e inmóvil, fueron las palabras y por ende la escritura lo que permitió que hoy podamos saber cómo pensaba Platón sobre este tema.
Es por ello que es preciso identificar los modos de comunicación social, desde sus inicios con los primeros humanos hasta nuestros tiempos para poder comprender en qué modo la necesidad personal y social de comunicarse existe desde que aparecieron las primeras formas de expresarse y cual fue, es y será su instrumento.
LA EVOLUCIÓN DEL LENGUAJE Y LA ESCRITURA
Desde la aparición del hombre en la tierra y hasta nuestros días, el hombre se ha visto forzado a tener una comunicación con los demás para poder satisfacer sus necesidades, desde las más sencillas como conseguir alimento hasta firmar un importante negocio.
Es obvio que la forma en que hoy en día nos comunicación y escribimos no es la misma, ambas han evolucionado paralelamente con la misma humanidad, esta evolución no ha sido otra cosa que la búsqueda a la satisfacción de las necesidades y en el intento de llegar cada día más cerca al conocimiento. Gracias a esto hay nuevas formas de discurso y una nueva mentalidad, una mentalidad más reflexiva.
En las civilizaciones primitivas no había un lenguaje establecido como el de hoy para comunicarse por una parte, su desarrollo físico no se lo permitía ya que las cuerdas bucales no estaban del todo desarrolladas es por eso que recurrieron a gestos, gruñidos, chillidos señas y lenguaje corporal o trataban de imitar sonidos mismo de la naturaleza; tal es el caso de los primeros homínidos como el australopithecus, el homo habilis, entre otros.
Con la aparición del hombre de CroMagnon, surge lo que se le llama “la era del habla y el lenguaje”, ya que investigadores han encontrado pinturas de 35000 a 40000 años de antigüedad pertenecientes a ellos y se cree que fueron los primeros intentos de guardar información por lo que podemos considerarlos como los precursores de la escritura.
El hombre de CroMagnon vivió en cuevas por lo que sus pinturas fueron halladas dentro de ellas. Aquí se da inicio a una nueva forma de arte llamada “arte rupestre”. La palabra rupestre, proviene del latín rupés, que “designa las formaciones rocosas, los peñascos y las cavernas, y el término “arte rupestre” engloba las pinturas, dibujos y relieves que tanto el hombre prehistórico como algunas culturas antiguas, realizaron dentro de cavernas o sobre formaciones rocosas.” En sus pinturas se pueden apreciar las representaciones de la forma de cazar, ceremonias, sus actividades, etc.
El siguiente paso, que da testimonio a la evolución de la forma de comunicación del hombre fue la escritura. Ésta apareció por primera vez entre los egipcios y sumerios. A esta etapa se le llama la “era de la escritura”.
Los documentos escritos más antiguos en lengua egipcia se han fechado en el 3200 a. C., haciéndola una de las más antiguas y documentadas. Los eruditos agrupan al egipcio en tres divisiones cronológicas importantes:
Egipcio arcaico (antes de 3000 a. C.)
Recogido en las inscripciones del último predinástico y del arcaico. La evidencia más temprana de escritura jeroglífica egipcia aparece en los recipientes de cerámica de Naqada II.
Egipcio antiguo (3000-2000 a. C.)
Los textos de las pirámides son el cuerpo mayor de la literatura de esta fase, escritos en las paredes de las tumbas de la aristocracia, que a partir de este período también muestran escrituras autobiográficas. Una de las características que lo distinguen es la triple mezcla de ideogramas, fonogramas, y de determinativos para indicar el plural.
Egipcio clásico (2000-1300 a. C.)
Esta etapa, llamada también media, se conoce por una variedad de textos en escritura jeroglífica e hierática, datadas en el Imperio Medio.
Incluyen los textos funerarios inscritos en los ataúdes tales como los Textos de los Sarcófagos; textos que explican cómo conducirse en la otra vida, y que ejemplifican el punto de vista filosófico egipcio. El idioma vernáculo comenzó a diferenciarse de la lengua escrita tal como evidencian algunos textos hieráticos del Imperio medio, pero el egipcio clásico continuó siendo usado en los escritos formales hasta el último período dinástico.
Esto es en materia de los egipcios, lo siguiente corresponde a los sumerios.
El lenguaje sumerio se considera como un lenguaje aislado en la lingüística ya que no pertenece a ninguna familia lingüística conocida. Ha habido muchos intentos fallidos para conectar el idioma sumerio a otros grupos lingüísticos. Éste era un idioma aglutinante, es decir, los morfemas ("unidades de significado") se sumaban para crear palabras, a diferencia de los idiomas analíticos donde los morfemas se suman puramente para crear frases.
Los sumerios inventaron los jeroglíficos pictóricos que más tarde se convirtió en escritura cuneiforme, y su lengua junto con el del Antiguo Egipto compiten por el crédito de ser lenguaje humano escrito más antiguo que se conoce. Un gran cuerpo de cientos de miles de textos en el idioma sumerio ha sobrevivido, la gran mayoría de estos en tablillas de arcilla. Los textos sumerios conocidos incluyen textos personales y cartas de negocios y transacciones, recibos, listas de léxico, leyes, himnos y plegarias, encantamientos mágicos, incluidos textos científicos de matemáticas, astronomía y medicina. Las inscripciones en monumentos y los textos en diferentes objetos como estatuas o ladrillos eran muy comunes entre ellos. Muchos textos sobrevivieron en múltiples copias, ya que éstos fueron transcritos varias veces por los escribas durante su educación. El sumerio continuó siendo el lenguaje de la religión y la ley en Mesopotamia mucho después de que los hablantes semitas se convirtieran en la raza gobernante.
La comprensión de los textos en sumerio puede ser problemático hoy en día, incluso para los expertos. Los más difíciles son los primeros textos, que en muchos casos no dan toda la estructura gramatical de la lengua.
Tablilla de piedra grabada con escritura pictográfica procedente de la ciudad mesopotámica de Kish (Irak), datada en el 3 500 adC. Dibujada a tamaño natural, aproximadamente. Probablemente es el vestigio más antiguo conocido de escritura; y consta de pictogramas que representan cabezas, pies, manos, números y trillos. Se conserva en el Departamento de Antigüedades del Ashmolean Museum.
Entre otras civilizaciones que destacan en materia de escritura y lengua es la grecolatina cuya máxima figura fue Homero.
El griego se convierte en la lengua de todo el Egeo. El idioma griego fue introducido por los invasores helénicos. Se trata de una lengua indogermánica en cuyo vocabulario entraron palabras de los pueblos autóctonos. En realidad las lenguas que trajeron los invasores eran una serie de dialectos.
Los griegos comenzaron a escribir hacia finales del siglo XI a.C., con un alfabeto de origen fenicio al cual se le añaden las vocales. Esta temprana introducción de la lengua escrita y la literatura, contribuyó a fijar el idioma y a unificarlo.
Algo más tarde nace en Grecia la poesía épica. La épica llegó a su máximo desarrollo en el siglo VIII a.C. con las figuras de Homero y Hesíodo. La épica es el vehículo fundamental de unificación de la lengua.
Cabe destacar que dentro de esta civilización surge nuestro idioma actual, ya que la mayoría de las palabras que conforman nuestra lengua tienen raíces griegas y latinas.
Un nuevo momento histórico que hace mención al lenguaje y la escritura es el movimiento de Ilustración. Es un época que permite el casi total desarrollo de los mismos, con nuevos inventos como la imprenta se hace posible que la escritura y el lenguaje se haga un tanto universal y entrelaza a diferentes sociedades dentro de un mismo contexto social.
Con esta evolución del lenguaje y la escritura se forma lo que es un “cultura escrita”. Aunque erróneamente se le han adjudicado características “superiores” a sociedades que saben leer y escribir, ignorando que también las tienen sociedades ágrafas. Se debe concientizar que sin todo lo expuesto anteriormente no tendríamos la escritura y lenguaje de hoy en día.
Ong dice que es "tiempo de retirar la hipótesis de la cultura escrita" y por eso se encarga de reformularla y limar sus asperezas para volverla defendible en sus aciertos. Esta hipótesis de la cultura escrita no es sólo la capacidad de leer y escribir de un individuo sino que es más general y se refiere a la competencia general requerida para tomar parte en una tradición de escritura. Las condiciones para que se concrete esta cultura escrita incluyen cuatro factores:
Debe haber algún mecanismo para "fijar" y acumular textos. El principal medio para fijar textos es un sistema de escritura. Es cierto que los textos pueden fijarse también mediante la oralidad apoyándose en el ritmo, la métrica y las expresiones formulares. Pero la escritura tiene una enorme ventaja en tanto permite acumular una cantidad de textos que excede en mucho la capacidad de almacenamiento de cualquier experto individual.
Debe haber instituciones para usar los textos. El desarrollo de la cultura escrita requiere algunas instituciones que utilicen los textos: la iglesia, la corte, el gobierno, la academia, la familia. De hecho, la cultura escrita es un factor de enorme importancia para la especialización y la diferenciación de esas instituciones.
Debe haber instituciones para incorporar aprendices a esas instituciones. Entre éstas se cuentan la familia, la iglesia y, sobre todo en las sociedades con cultura escrita, la escuela.
El más importante de los factores es que debe desarrollarse un metalenguaje oral, ligado a un "lenguaje mental", para hablar y pensar sobre las estructuras y los significados de esos textos acumulados y sobre las intenciones de sus autores y su interpretación en determinados contextos. Este metalenguaje es el que permite a quienes hablan y escriben referirse a un texto, a sus propiedades y su estructura, así como a su significado y su apropiada interpretación.
Hasta aquí se ve claramente cómo va tomando importancia el uso del lenguaje y la escritura en la sociedad y podemos ver que desde que se establecieron las intercomunicaciones personales y comunitarias se han necesitado de instrumentos como el lenguaje y a la escritura.
La escritura hace evidente la estructura del habla, entonces podemos decir que no solo permite la organización de la información a nivel material sino que lo hace a nivel mental, en el interior de cada persona. Pensamos así porque escribimos así. Desde un punto de vista más histórico, la escritura y la lectura modificaron completamente al hombre como individuo y como integrante de una sociedad.
LÍNEA DEL TIEMPO DE LA EVOLUCIÓN DE LA LENGUA ESCRITA
• Una clase como profesor
• Participar en Debate, Discursos, Conferencias, ente otros.
• Presentarse a una entrevista
• Efectuar una presentación de ventas
• Realizar reportajes, entrevistas, encuestas
VENTAJAS DE LA COMUNICACIÓN ORAL
• EL APRENDIZAJE: El ser humano aprende a hablar antes que escribir, los analfabetos saben comunicarse, a pesar de no conocer los gráficos de la escritura.
• LA SENCILLEZ: Existen pueblos primitivos que no saben leer ni escribir, pero saben comunicarse oralmente.
• LA ENTONACIÓN: Con la entonación se puede expresar todo tipo de emociones: Sentimientos, actitudes y estado de ánimo.
FORMAS DE EXPRESIÓN ORAL
• DEBATE: Es la confrontación de dos grupos que presentan ideas diferentes en relación con un mismo tema,(social, político, entre otros) deberá existir un moderador, que será quien dirija el turno de palabra y analice las ideas que se exponen.
• DISCURSO: Es el intercambio alternativo de ideas, afectos y experiencia.
• HABILIDADES DEL DISCURSO: Integridad, Conocimiento, Confianza, Destreza.
• MESA REDONDA: Grupos de expertos que sostienen opiniones diversas sobre un mismo tema. Ejemplo: Varios críticos ven una obra de teatro y exponen sus opiniones.
• PANEL DE DISCUSIÓN: Un equipo de entendidos en un tema, coordinados por un moderador, discuten en forma de diálogo sus opiniones divergentes o convergentes.
• SOCIODRAMA: Juego de roles desempeño de papeles, en representación teatral, consiste en la participación de los miembros de un grupo, interpretando situaciones de la vida real, imitando el comportamiento de las personas.
CUADRO COMPARATIVO DE LOS DIFERENTES TIPOS DE TEXTOS
ORGANIZADOR GRÁFICO DEL SIGNO LINGÜÍSTICO
CONCLUSIÓN
La historia de la escritura como tal ha hecho posible que encontremos vestigios del propio pasado de la escritura y su función siempre ha estado implícita en forjar una imagen del pasado, de su propio pasado. Al analizar su pasado estamos más que involucrados en hacer de ella nuestra propia forma de ejercer nuestro presente. El hablar, el leer, el escribir son prácticas cotidianas que están siempre implícitas en nuestra cotidianidad. Por ello somos más que agentes transformadores de la evolución inevitable de la escritura.
Pero transformarla no significa destruirla o denigrar lo que con el paso del tiempo y tanto esfuerzo se ha logrado moldear. Vivimos en una sociedad que está ciegamente influenciada por nuevas prácticas que hacen perder no sólo la práctica de la esencia de la vida, sino de tergiversar acciones simples como lo es la escritura y sus usos en nuestra vida diaria.
Reflexión personal:
Considero que no se debe de sobrevalorarse un largo camino que ha sufrido altas y bajas por simples hechos que merman poco a poco una útil herramienta de socialización global. Para la total comprensión y aplicación de la escritura deben de considerarse ciertos elementos que nos permitan penetrar en el actual mundo del saber. La forma en la que uno escribe refleja las capacidades lingüísticas de cada ser humano, más proyecta la habilidad de interactuar en un cierto contexto de competencia de capacidades. “se nace hablando” decía Daniel Casani; el ser humano cuenta con la capacidad de desarrollar y dominar la escritura, transformándola en una manera de interactuar por medio del “signo lingüístico” que se compone de la escritura, esta a su vez se compone de ciertos parámetros y reglas que le permiten su total comprensión.
ELEMENTOS LINGÜÍSTICOS DE LA ESCRITURA
HABILIDADES PARA LA ESCRITURA
Múltiples
investigaciones desarrolladas en el país y fuera de sus fronteras (Sánchez de
Ramírez (1990, 1994), Jáimez (1996), Camps (2005), Carlino (2005) González,
Pérez y Silva (2006), Miranda (2006, 2007), han arrojado resultados
irrefutables: los jóvenes estudiantes universitarios confrontan una serie de
problemas a la hora de comprender y de producir un texto. En este orden de
ideas, resulta ostensible que tienen dificultades para analizar e interpretar
lo que leen, para hacer una inferencia, para expresar una opinión, para
introducir un texto o concluirlo y para estructurar la información de una
manera coherente, tomando en cuenta que existe gran diversidad de unidades
textuales caracterizadas por tener esquemas organizativos muy diferentes. La
experiencia de los autores de la presente investigación como profesores de
educación superior así lo confirma y plantea interrogantes del siguiente tenor:
¿De qué manera se debe enseñar a leer y escribir en la universidad?, si tales
habilidades en realidad deben seguir siendo trabajadas en dicho contexto.
Lo
antes expuesto puede obedecer a distintos factores: la enseñanza de la lengua
ha estado sustentada en la gramática y en la normativa, obviándose en muchos
casos lo comunicativo-funcional; el poco interés que parece suscitar hoy la
lectura, la cual compite en desigualdad de condiciones en el mundo actual con
diferentes y cambiantes innovaciones tecnológicas; el trabajo de docentes en
algunos casos poco formados y estimulados; así como la misma didáctica
implementada en la clase de lengua.
A
esta situación se suma la creencia referida a que los asuntos vinculados con la
lengua parecen ser competencia exclusiva del especialista, como si sólo él la
usara en los diversos ámbitos de la vida. Así las cosas, para el profesor de
una especialidad distinta a la de Lengua, si su estudiante lee o redacta
(in)adecuadamente es un asunto que no le compete, para eso está su colega de
Castellano. Pero lo más insólito, es que esta situación no se vivencia
únicamente en la Educación Básica y Media del país. Muy por el contrario, se
trata de una creencia extendida y generalizada que también aparece en las
instituciones de educación universitaria como la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador (UPEL), en las que se forman los docentes venezolanos.
De este modo, se soslaya lo que ya Ferdinand de Saussure, (1980) el padre de la
lingüística moderna, señalaba a principios del siglo XX: que la lengua le
compete a todo el mundo, porque todo el mundo la emplea.
No
obstante, en lo atinente a la composición textual o a la producción escrita,
tema de esta investigación, se cree que en esos problemas que presentan los
estudiantes ha tenido mucho que ver el hecho de que tradicionalmente la
escritura se ha sustentado en la consecución de un producto. Se coloca el
énfasis en ese escrito que el alumno entrega al docente para que éste proceda a
su corrección y evaluación.
Dicha
concepción debe ser modificada por parte del docente y de aquellas
instituciones dedicadas a su formación, entre ellas la UPEL, máxima casa de
formación de educadores del país. En consecuencia, la composición escrita debe
ser concebida como un proceso en el cual quien escribe debe pasearse por
diferentes etapas o fases.
En
primer lugar, debe plantearse para quién escribirá y con qué finalidad. Estas
respuestas condicionarán justamente lo que se escribirá y cómo. En segundo
lugar, dicho escritor tiene que proceder a cumplir con su plan, lo cual
implica, además, que pueda introducir elementos no contemplados anteriormente.
Es el momento, entonces, de la textualización, de darle cuerpo, forma,
sustancia, carne a ese esquema ideado al principio. Y, por último, hay que sentarse
a releer lo escrito, a revisar y, en consecuencia, a reescribir.
Esta
concepción interactiva y estratégica de la composición textual como un proceso,
hará que el aprendiz o el escritor novato alcance cada vez más un mayor grado
de experiencia, que se dé cuenta y se haga responsable de sus propios procesos
y hasta fallas a la hora de escribir un texto, para solventarlas. En la medida
en que ese escritor novato alcance un mayor nivel de pericia, la planificación
que hará, por ejemplo, será mental, sin la necesidad de trasladarla a la hoja
de papel.
La
planificación (o preescritura) es concebida por Montolío (2002) como un acto de
reflexión que ocurre antes de que el individuo proceda a escribir el texto y
que muchas veces es omitida por los llamados escritores novatos o inexpertos al
estimarla innecesaria, debido a la tendencia generalizada y extendida según la
cual los escritos se redactan casi en una sola sentada y de una sola vez.
De
hecho, los autores del presente trabajo, Figueroa y Simón (2007), en una
investigación anterior, encontraron que de los conocimientos requeridos para la
comprensión y la producción textuales (del mundo o del tema, de la lengua y del
contexto), el que menos atención parece recibir por parte de los estudiantes es
el contextual, orientado fundamentalmente a establecer el por qué, el para qué
y el para quién (el destinatario, la audiencia) de lo que se escribe,
justamente aspectos que se deben contemplar a la hora de planificar un texto.
No extraña, entonces, que esta primera fase del proceso de composición textual
sea omitida por quien redacta un escrito.
Prosigue
Montolío (2002) destacando que en el marco de la planificación, quien vaya a
escribir debe considerar los objetivos del escrito, para qué se escribe el
texto, qué circunstancias rodean la producción del texto y cuáles son las
características de la situación comunicativa (el contexto) en la que se
escribe. Otros elementos que se deben tomar en cuenta al momento de hacer una
planificación son los siguientes: características de la audiencia, del
destinatario de ese texto: sus conocimientos, su edad, sus intereses, su
ideología o sistema de creencias, entre otros aspectos.
Por
su parte, en cuanto a la redacción o textualización, Fraca (2003) estima que
quien escribe va leyendo y comprobando con lo que se ha planificado previamente
y tratando de relacionar o vincular lo que se ha escrito con lo que viene.
Además, al redactar se recurre a estrategias y recursos de apoyo, tales como:
diccionarios, el mismo profesor si se está haciendo un ejercicio determinado en
clase, por ejemplo, gramáticas, listas de preposiciones y conectores, entre
otras posibilidades. Precisamente, ésta es una característica muy relevante
presente en el perfil del escritor competente (Cassany y otros, 1994).
Según
las investigaciones de Mata (1997), la fase o etapa de textualización, la cual
recibe otras denominaciones: traducción, transcripción, consistiría en traducir
ideas en un lenguaje visible (forma lingüística). La textualización implica
pasar de una organización semántica jerarquizada (en la mente, en el caso del
escritor competente) a una organización lineal (en la hoja de papel o en la
pantalla de un computador). Este hecho requiere del cumplimiento de distintas
exigencias perceptivo-motoras (ejecución gráfica de las letras) y
cognitivo-lingüísticas (elección de las palabras, formación de las oraciones,
etc.).
En
cuanto a la fase de revisión, Sánchez (2002), reconoce la significación de esta
etapa, pues facilita detectar errores de todo tipo y posibilita centrar la
mirada en la forma y en la estructura del texto, además del contenido. Habla
del "hábito de someter a examen la propia escritura" (p.6) y expresa
que la investigación psicolingüística de los últimos años ha demostrado que los
escritores competentes revisan constantemente lo que redactan. Por su parte,
Lardone y Andruetto (2003) estiman que después de escribir el texto, la
revisión puede ocasionar la reescritura del mismo. Destacan que al revisar se
comprueba si la palabra escrita expresa con precisión lo que el pensamiento
desea.
A
continuación se presenta un diagrama que permite explicar la manera como estos
tres momentos de la composición textual interactúan en forma dinámica para
configurar la creación de un texto:
Ø
Planificación
Recursos usados para la planificación
A
juzgar por los planteamientos de Cassany y otros (1994) y Prado (2004), el
escritor verdaderamente competente, ese escritor ideal que todos deberíamos
llegar a ser en algún momento de la vida y que el sistema educativo debe
impulsar, no sólo planifica y revisa lo que escribe, sino que también consulta
distintos recursos, como gramáticas y diccionarios, durante el proceso en el
cual está inmerso.
En
consonancia con tales señalamientos, la metodología implementada en el marco de
las diferentes experiencias realizadas, estipuló la posibilidad cierta de que
los grupos hicieran este tipo de consulta, con la finalidad de que, de ser
posible, encontraran por ellos mismos de forma autónoma e independiente
respuestas a sus inquietudes. Pero más que una posibilidad, era una especie de
obligación inherente no sólo a la misma planificación, sino a las etapas
restantes: textualización y revisión.
Para
ello, los investigadores proporcionaron distintos materiales: Diccionario Larousse
de bolsillo, Diccionario de sinónimos y antónimos Zig-Zag, Diccionario
Panhispánico de dudas, listas de conectores y lista de expresiones correctas e
incorrectas. Tales fuentes se encontraban a disposición de todos los grupos,
sus integrantes debían dirigirse al escritorio del docente, realizar la
consulta respectiva y dejar el material allí para que otros grupos también los
pudieran utilizar.
Pero
también se solicitó a los diferentes grupos que llevaran sus propios recursos
de consulta, recomendación que no fue seguida en todos los casos a lo largo de
la experiencia. Entre los recursos llevados al aula por los grupos se tienen
los siguientes: Diccionario de sinónimos y antónimos Océano práctico, entre
otros.
También
se puede acotar que, según se desprende de observaciones hechas por los propios
investigadores, se hicieron pocas consultas, lo cual podría explicarse porque
no siempre se concede al escritor la oportunidad de consultar materiales de
apoyo mientras escribe un texto. A pesar de esta situación, una didáctica de la
escritura verdaderamente comprometida con la formación de un usuario competente
de la lengua en su registro escrito, debe ofrecer este tipo de oportunidad a
quien compone un texto.
Como
comentario final en relación con los resultados de esta fase, se puede señalar
que, al parecer, los alumnos no están habituados a planificar lo que escriben,
con todo lo que ello sostiene, tal como lo sostiene Montolío (2002). Es más,
cuando se les solicita que planifiquen un escrito a través de un borrador en
cualquiera de sus formatos, parecen pensar más en la versión del texto que será
entregado al docente como producto final (donde siempre ha estado el énfasis)
que en una primera aproximación del escrito, caracterizada por su flexibilidad
y perfectibilidad en diferentes sesiones de trabajo (donde ese énfasis, a
juicio de los investigadores, debería estar colocado).
Ø
Textualización
Fase de Textualización
En
el marco de esta etapa, se instruyó a los alumnos para que leyeran
detalladamente la planificación elaborada en la sesión anterior, para luego
proceder a la escritura del texto. Como parte de dicha lectura, debían evaluar
el objetivo y el destinatario del escrito, para determinar si había coherencia
entre ambos aspectos. Asimismo, se les manifestó que podían hacerle
modificaciones a la planificación realizada si así lo estimaban conveniente,
sin alterar la estructura acordada previamente.
Coherencia entre el
objetivo del texto y el destinatario
La
coherencia entre objetivo y destinatario se da en 11 de los 19 grupos de
trabajo. Sin embargo, algo curioso ocurrió en algunos de ellos, aun cuando
señalaban adecuadamente al destinatario y al parecer hay coherencia entre ambos
aspectos, al redactar se encuentran escasas evidencias alusivas a la audiencia
seleccionada o, en todo caso, parece que se le considera muy poco.
Cuando
el destinatario es vago o genérico, la redacción o direccionalidad del texto
también lo es, de esta manera, la selección de sus destinatarios es cónsona con
la generalidad de los temas propuestos (objetivos al redactar). En este
sentido, algunos grupos dirigen su redacción hacia un adulto genérico e
impreciso, el cual necesita ser informado acerca del tema tratado. Dos de los
equipos señalan otra característica importante y es el interés que debería
presentar la audiencia determinada por el tema, debido a que sufren los
conflictos allí planteados o porque éste les tiene que resultar familiar, es el
caso de un escrito dirigido a los padres cuyo hijo está atravesando por el
proceso de desarrollo del lenguaje y adquisición de una lengua.
La
coherencia entre el objetivo del texto y el destinatario no se da en ocho
grupos. No obstante, algunos objetivos fueron cambiados en el marco de la
textualización. Como se recordará, se pidió a los alumnos que releyeran sus
respectivas planificaciones y que verificaran si había congruencia entre
destinatario y objetivo. Al advertir que no es coherente una cosa con la otra,
los equipos optan por cambiar sus objetivos, como ya se dijo, y hacerlos o bien
más dirigidos a sí mismos (centrados en ellos como emisores de un evento
comunicativo), o por informar al destinatario algo que éste ya sabe o debería
saber. Así, un grupo de la tercera experiencia manifestó que el objetivo del
texto era "mostrar la perspectiva que tiene el grupo con respecto al tema
(el lenguaje como facultad exclusivamente humana), al receptor (el
docente)". En otros casos dicen que sí hay coherencia aun cuando no es
verdad, sin argumentar absolutamente nada al respecto.
Respeto de la pauta
planificada en términos de la estructura del texto
De
modo muy general, pareciera que hay problemas para ubicar información o contenido
(macroestructura) en las diferentes partes (superestructura) del texto, como ya
se ha venido planteando. En este sentido, no se respeta la estructura del texto
citado (introducción, desarrollo y cierre, en las experiencias 1 y 3 se
pretendía que los grupos opinaran si el lenguaje constituye una facultad
propiamente humana), las ideas planeadas para la introducción y la conclusión
cambian de lugar y en ocasiones forman parte del desarrollo del tema, (sección
a la cual dedican más esmero y que ocupa la mayor parte del texto elaborado).
Tanto la forma como el contenido de la introducción reflejan desconocimiento de
qué se debería colocar allí, es usual por ejemplo encontrar en sus líneas
argumentos más cónsonos con el desarrollo que con la misma introducción. En el
apartado de las conclusiones parece ocurrir algo parecido.
En
cuanto al desarrollo, sólo enumeran o listan ideas, a veces sin mucho orden,
mostrando dificultad para hallar el foco del tema. Ello evidencia el poco
conocimiento, uso, ejercicio práctico o importancia que le conceden los
estudiantes a sistematizar la información que reciben. O tal vez el asunto es
que no saben cómo hacerlo, no han sido entrenados para ello. Por consiguiente,
es muy importante enseñar y practicar cómo representar lo más relevante de una
información dada como una vía de organizar las ideas en cualquiera de las
situaciones comunicativas: al escribir, al hablar o al exponer mediante la
utilización de esquemas, mapas, entre otras posibilidades. Asimismo, en el
desarrollo puede verse la condensación de ideas en un mismo párrafo y cierta
contradicción para asumir una postura determinada, en la medida en que no todos
los argumentos presentados son coherentes en relación con la opinión planteada.
De
manera tal que los resultados parecen corroborar lo planteado por Sánchez
(2002), en el sentido de que quien escribe parece prestarle más atención a las
ideas que a la estructura del escrito. Esta situación puede resultar
preocupante si se piensa que cada texto cuenta con una superestructura
particular. Un estudiante debe conocer tales superestructuras y un docente debe
exigir que los escritos de los estudiantes cuenten con ellas.
A
modo de cierre, se puede señalar que una de las funciones de los textos
académicos es informar el grado de conocimiento que posee alguien (los alumnos
en este caso) de un tema en particular, luego de una intervención pedagógica
determinada, función reconocida por algunos de los grupos participantes en la
presente investigación. El producto final de cada uno de los diecinueve grupos
es distinto, pero en líneas generales puede afirmarse que sus textos finales
presentan debilidades, la redacción parece ser una enumeración de párrafos y
argumentos que no guardan un orden (poca coherencia y cohesión entre sí), que
no inician ni concluyen en ciertos casos, de manera que la función
expositiva-argumentativa del texto académico se ve seriamente alterada, ya que
no logran expresarse con claridad. Al parecer les cuesta considerar diversos
aspectos necesarios para producir un buen texto. Se centran en redactar todo lo
que saben o se les ocurre respecto a un tema (la escritura asumida como
textualización y como transcripción del curso del pensamiento) y desconocen
aspectos importantes que debe tener un texto académico. Por lo general, las
ideas no son redactadas de manera libre y fluida y lucen hasta inconexas.
Ø
Revisión
En
las experiencias realizadas, se contempló una sesión de trabajo para proceder a
la revisión de los textos que se producían, lo cual pudiese dar la impresión, a
primera vista, de que se fomentaba la evaluación del texto solamente al final.
No obstante, el hecho de que ya en la fase de textualización, los alumnos
releyeran lo planificado y determinaran si había coherencia entre el objetivo y
el destinatario, constituyen evidencias ciertas de que la metodología también
promovía la revisión durante el desarrollo del mismo proceso de escritura. A
esto se debe agregar, que nunca se pretendió que el escrito reflejara con
absoluta fidelidad la planificación realizada en un primer momento. Es más,
siempre se conversó con los estudiantes que la planificación no podía
constituir una especie de camisa de fuerza, muy por el contrario ésta podía
estar sujeta a modificaciones según los criterios de cada grupo de trabajo.
En
el marco de la etapa de revisión, los equipos debían preguntarse, en esencia,
si finalmente estaban conformes con el trabajo realizado y con el texto
escrito. Para responder tal pregunta tenían que analizar diferentes aspectos.
Por ejemplo, debían reflexionar acerca de si la "versión definitiva"
del texto redactado daba respuesta al objetivo planteado en la planificación,
si había o no congruencia entre la "versión definitiva" del texto
redactado y la planificación previa y en qué elementos. Igualmente, los grupos
eran interrogados en función de si se decía en el texto redactado lo que efectivamente
se quería decir inicialmente. Asimismo, los aspectos formales de la escritura
también tenían que ser tomados en consideración.
Flower
(1989) describe con detalle el comportamiento durante la revisión de escritores
aprendices y expertos. El siguiente esquema compara los objetivos, las técnicas
y el método de trabajo de unos y otros.
DIFERENCIAS EN EL
PROCESO DE REVISIÓN
Aprendices
|
Expertos
|
Objetivo:
|
|
Extensión:
|
|
Técnicas:
|
|
Manera
de trabajar:
|
|
Los
aprendices solo saben revisar en la superficie del texto, con unidades basadas
como letras, palabras o expresiones, que leen y rectifican instintivamente
cuando detectan alguna falta. Actúan sobre todo con criterios de corrección y
gramática, intentando eliminar los defectos del escrito.
En
cambio los expertos se mueven en todos los niveles del texto, también con
unidades globales y más profundas como ideas, párrafos, puntos de vista,
enfoques, etcétera. Son capaces de revisar selectivamente, concentrándose en
aspectos distintos. No esperan a encontrar problemas para actuar: pueden
rehacer frases o ideas ya correctas para darles una forma o un sentido mejor.
Tienen criterios definidos sobre lo que quieren conseguir y utiliza métodos
variados para conseguirlo, según las circunstancias.
En
el siguiente esquema muestra la posición central que ocupa la revisión y la
conexión que tiene con el resto de procesos de escritura:
En
conclusión, revisar es mucho más que una técnica o una supervisión final del
escrito: implica una determinada actitud de escritura y un estilo de trabajo.
GUIA DE
REVISIÓN
He aquí una
pauta de revisión de texto para tener en cuenta todos los aspectos del texto.
La puedes utilizar en todos los momentos del proceso de revisión.
GUÍA DE PREGUNTAS PARA
REVISAR
1.
Enfoque del escrito:
·
¿El
tipo de texto es adecuado a la situación?
·
¿Consigue
el texto mi propósito? ¿Queda claro lo que pretendo?
·
¿Reaccionará
el lector/a tal como espero, al leer el texto?
·
¿Quedan claras las circunstancias que motivan
el escrito?
2.
Ideas e información
·
¿Hay
la información suficiente? ¿Ni en exceso ni por defecto?
·
¿Entiendo yo todo lo que se dice? ¿Lo entenderá el
lector/a? ¿Las ideas son lo bastante claras?
·
¿Hay
un buen equilibrio entre teoría y práctica, tesis y argumentos, gráficos y
explicación, datos y comentarios, información y opinión?
3.
Estructura
·
¿Está bastante clara para que ayude al lector/a a entender
mejor el mensaje? ¿Adopta su punto de vista?
·
¿Los
datos están bien agrupados en apartados?
·
¿La
información relevante ocupa las posiciones importantes, al principio del texto,
de los apartados o de los párrafos?
4.
Párrafos
·
¿Cada párrafo trata de subrema o aspecto distinto?
·
¿Tiene la extensión adecuada? ¿No son demasiados extensos?
¿Hay algún párrafo-frase?
·
¿Tiene cada uno una frase temática o tesis que anuncie el
tema?
·
¿Están bien marcados visualmente en la página?
5.
Frases
·
¿Hay muchas frases negativas, pasivas o demasiado largas?
·
¿Son variadas: de extensión, orden, modalidad, estilo?
·
¿Llevan
la información importante al principio?
·
¿He
detectado algún tipo de tic de redacción?
·
¿Hay
abuso de incisos o subordinadas muy largas?
6.
Palabras
·
¿He
encontrado algún comodín, cliché, muletilla o repetición frecuente?
·
¿Hay
muchas palabras abstractas o complejas? ¿He utilizado el léxico o la
terminología precisos?
·
¿Utilizo
los marcadores textuales de manera adecuada?
·
¿El
lector/a entenderá todas las palabras que aparecen en el texto?
7.
Puntuación
·
¿He repasado todos los signos? ¿Están bien situados?
·
¿Es apropiada la producción de signos por frase?
·
¿Hay paréntesis innecesarios?
8.
Nivel de formalidad
·
¿Es
adecuada la imagen que el texto ofrece de mí? ¿Me gusta?
·
¿El
escrito se dirige al lector/a con el tratamiento adecuado? ¿Tú o
usted?
·
¿Hay
alguna expresión o palabra informal o demasiado vulgar?
·
¿Se
me ha escapado alguna expresión rebuscada, extraña o excesivamente compleja?
·
¿Hay
alguna expresión sexista o irrespetuosa?
ESTRATEGIAS DE
PRODUCCIÓN DE TEXTOS: planeación, redacción y revisión
¿Qué significa producir
textos?
Escribir
es producir mensajes, con intencionalidad y destinatarios reales. Es producir
diversos tipos de texto, en función de las necesidades e intereses del
momento.(Jossette Jolibert)
Escribir
es más complejo que transcribir los sonidos del habla o copiar palabras
mecánicamente. (Eliana Ramirez Arce)
Escribir
es una competencia comunicativa que se realiza en situaciones concretas y con
propósitos claros.
Producimos
un texto escrito cuando tenemos la necesidad de comunicarnos, para
relacionarnos con otros, expresar nuestras ideas y sentimientos, crear,
informar, investigar o aprender. (Ministerio de Educación).
PROCESO DE REDACCIÓN
ESTRATEGIAS
DE PLANIFICACIÓN
Cuestionario para generar ideas sobre un tema
·
Para describir un objeto:
- ¿Cómo es o como lo veo? (por ejemplo: forma, color, dimensiones.
- ¿Cómo lo siento o percibo? (por ejemplo: ¿Cómo huele?, ¿Cómo suena?, ¿Cómo se siente?, ¿Cómo se mueve?
- ¿En dónde está? (por ejemplo: en el aire, en el agua, encima de…)
LISTA
DE OBJETIVOS
Es una lista de
aspectos o productos finales que se quieren logar en la redacción de un texto.
Para facilitar al
alumno la selección de objetivos, se le puede dar una lista, en la que se
incluyan diversos aspectos de la composición:
·
Objetivo
·
Desafío
·
Longitud
·
Atributos específicos
·
Vocabulario
·
Complejidad sintáctica
·
Ortografía
ESTRATEGIAS
DE TEXTUALIZACIÓN
ESQUEMA NARRATIVO
ESTRATEGIAS DE REVISIÓN
REFLEXIÓN PERSONAL
En el actual mundo
del conocimiento se demandan más competencias lingüísticas para los ciudadanos.
Competencias que uno adquiere cuando toma la iniciativa de escudriñar los
componentes de la escritura y la comunicación. La escritura engloba diversos métodos
y estrategias para comprenderse en su totalidad, es por eso que se debe de
penetrar en considerar las estrategias de Textualización y las estrategias de Comunicación;
son indispensables para la producción y análisis de los diferentes tipos de
textos. Una vez teniendo conocimiento de los elementos de la escritura se
tendrá un repertorio del buen saber para la planificación, Textualización y
revisión de textos en los educandos o para el apoyo de los críos. Se debe
preparar a los infantes para la vida y competencia en este mundo globalizado,
que día con día demanda más saberes de los ciudadanos.
ELEMENTOS LINGÜÍSTICOS DE LA ESCRITURA
HABILIDADES PARA LA ESCRITURA
- MAPA MENTAL
ESTRATEGIAS EN PRODUCCIÓN DE
TEXTOS
- CUADRO SINOPTICO
- Cassany d. (2006). Taller de texto. Leer, escribir y comentar en el aula. Barcelona, Paidós.
- FRÍAS NAVARRO, Matilde. Procesos creativos para la construcción de textos. Santafé de Bogotá: Magisterio, 1996.
- NIÑO ROJAS, Víctor Miguel. Los procesos de la comunicación y del lenguaje.Santafé de Bogotá : Ecoe, 1998.
- Cassany, D., Luna, M. Y Sanz, G. (1994). Enseñar lengua. España: Editorial Graó.
- Cassany, D. (2006). Taller de texto. Leer, escribir y comentar en el aula. Barcelona, Paidós.
- Expresión Oral y escrita. Nicolàs Bratosevich y Susana Rodríguez.
FUENTES WEBS:
- http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/oral.htm#m1
- http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/primero.htm
- http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/oral.htm
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